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Verduras fermentadas

Lo de las verduras fermentadas me tiene loca.
He leído en un montón de sitios los beneficios de comer alimentos fermentados, tanto para el cuerpo, como para preservar las verduras de temporada y disfrutar de ellas durante más tiempo, pero me ha costado un poco encontrar la manera fácil de hacerlo en casa. Tras leerme varios artículos y recetas sobre el tema, encontré una entrada en el blog de El Comidista, que me dio confianza como para probar a hacerla (Es que como nunca he visto la pinta que debería tener un bote de fermentados, necesitaba una explicación muy clarita, que si no no me entero...).


El artículo está muy bien explicado y de ahí puedes sacar una receta básica para fermentar que ya he probado y funciona muy bien. Se puede utilizar para preparar distintas verduras, pero yo de momento sólo he probado a hacerlo con zanahoria y con cebolla asturiana (este tipo de cebolla es más dulce de lo habitual). Os explico cómo lo hago yo más abajo, pero básicamente el truqui está en la proporción de sal y agua, que es de unos 20gr de sal por cada litro de agua (recomienda añadir un poquito más, hasta unos 30gr, si lo preparas en verano).

Ah y recuerda que a la hora de comerte las verduras, no las debes cocinar, porque si las tratas a una temperatura de mas de 50º los bichitos buenos del fermento se mueren y esto no sirve para nada.



ZANAHORIAS FERMENTADAS

- 13 gr de sal
- 500 ml de agua a temperatura ambiente
- zanahorias como para llenar tu bote
- 1 bote (de rosca o con tapa mecánica)
- 2 hojas de col, o algo para mantener sumergidas las verduras.

1.- Hay que lavar y picar la verdura como prefieras, yo las zanahorias las corto en bastoncitos de unos 4 cm de largo. Según las voy cortando, las voy metiendo en el bote para ver la cantidad que necesito, y chafándolas lo más que puedo, para que queden compactas dentro del bote. Hay que llenar el bote dejando un par de centímetros de distancia hasta el borde.

2.- Preparar en una jarra la salmuera en la que van a permanecer las verduras. Para esto se mezcla la sal y el agua, y se revuelve hasta que la sal se disuelva del todo. Una vez preparada se añade al bote hasta cubrir las verduras y un poco más.

3.- Para acabar, hay que poner sobre las verduras las hojas de col bien limpias, o en su defecto algo que mantenga las verduras sumergidas. Yo utilizo moldes de silicona de esos de las magdalenas, que se pueden chafar como la hoja de col y no desprenden ningún sabor a la mezcla. Hay que colocarlos de manera que todos los trocitos de verdura queden bien sumergidos, porque si no, puede que aparezca moho en la superficie.
Si el bote es de tapa mecánica perfecto, pero si es un bote de tapa de rosca, yo lo dejo un poquito abierto, sin cerrarlo del todo, para que los gases que se generen puedan escapar sin problema.
Eso si, pon un platito bajo el bote, que seguro que sale un poco de salmuera.

4.- Ahora toca esperar. Hay que colocar los botes en un sitio oscuro y a temperatura fresca, pero no dentro de la nevera, porque a esa temperatura no fermentará. Abre el bote cada dos días para asegurarte de que el gas escape y ver como va la fermentación. En unos 6 días, ya lo puedes empezar a consumir y guardarlo en la nevera para frenar la fermentación.

Hale, a disfrutar!

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Me llamo Eva, y acabas de llegar a mis apuntes sobre el mundo de los fermentados. Hace unos meses empecé a preparar pan de masa madre en casa, después me dediqué a fermentar zanahorias y mi novio está a tope con la Kombucha, así que he ido investigándome este mundo a trompicones, y aquí puedes encontrar mis conclusiones. Espero que si te interesa el tema, este blog te ayude a empezar a crear tus propios fermentados, y a entender un poco más cómo funcionan estas cosas, así aprenderemos juntos!